Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es exacto. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya correctamente y disfrutes de una larga vida en la tierra».En el aprecio no hay emplazamiento para el temor: al contrario, el bienquerencia valentísimo elimina el temor, porque el temor